Los seis motivos por los que resulta recomendable instalar una caldera de gas
Las calderas de gas garantizan un óptimo abastecimiento de calefacción y agua caliente sanitaria en los hogares, siendo unas instalaciones totalmente independientes de la red eléctrica que destacan por su eficiencia, rendimiento, bajo consumo y amplia vida útil. Además, son sencillas de manejar, ocupan poco espacio y tanto su instalación como su mantenimiento son muy rápidos aunque deban realizarse por por profesionales.
Ahora que se va acercando el invierno es el momento ideal para plantearse qué solución de climatización puede ser la más idónea, con el objetivo de poder disfrutar en el hogar de un óptimo confort térmico sin que ello suponga un gasto excesivo en el suministro. En este sentido, instalar una caldera de gas es una opción muy recomendable dadas las evidentes ventajas que ofrece.
Conoce los seis motivos por los que resulta recomendable instalar una caldera de gas
Así, decantarse por este sistema de climatización comporta muchos beneficios a distintos niveles, ya que garantiza:
1- Gran eficiencia energética
La calderas de gas son muy eficientes desde el punto de vista energético; esto es producen mucha más energía de la que consumen en comparación con otros sistemas, lo que se traduce en un apreciable abaratamiento en la factura del suministro, y por tanto en un importante ahorro mensual en los hogares.
Esta gran capacidad de rendimiento se explica por el uso de un combustible como el gas, que por sus características propicia que se requiera menos consumo para alcanzar unos niveles óptimos de temperatura. Además, las calderas de gas calientan de manera muy rápida, con todas las ventajas que esto implica.
Asimismo, tampoco hace falta tener siempre los radiadores encendidos, debido a que con el calor residual de estos se puede mantener la temperatura adecuada durante bastante tiempo, en contraste de nuevo con lo que ocurre con otros sistemas que se enfrían nada más apagarse, lo que aboca un uso continuo que se traduce en un mayor gasto en la factura del suminisitro.
2- Independencia de la electricidad
Las calderas de gas no funcionan por suministro eléctrico, lo que supone una ventaja esencial teniendo en cuenta cómo está el precio de la luz. De este modo, no hay que estar pensando en cuánto tiempo llevamos con la calefacción encendida ni si estamos en una hora punta o valle.
Pero es que además funcionan de manera totalmente autónoma de la electricidad, con lo que si hay algún apagón esto no implica quedarse aterido de frío y sin agua caliente.
3- Posibilidad de agua caliente ilimitada
Las calderas de gas con acumulador ofrecen la oportunidad de disfrutar de agua caliente sanitaria en cualquier grifo, de manera inmediata y sin ningún límite. Esto supone una solución bastante eficaz para hogares con varios miembros, ya que evita los inconvenientes de los termos eléctricos, con los que el agua caliente se agota con mucha facilidad y hay que esperar un tiempo considerable antes de poder tenerla otra vez.
Asimismo, las calderas tampoco tienen los inconvenientes de los calentadores que tardan un tiempo en proporcionar el agua caliente, debido a que a diferencia de las primeras no pueden almacenarla en su interior.
4- Amplia vida útil
Las calderas de gas tienen una durabilidad que puede extenderse a una década e incluso dos en algunos casos, dependiendo del modelo y de la calidad del mantenimiento que se haga. Esta amplia vida útil se explica tanto por su sistema de funcionamiento como por el uso de un combustible como el gas que no es tan deteriorante como otros tipos de suministros.
Por todo ello, instalar una caldera de gas tiene unas excelentes perspectivas de amortización, propiciando un ahorro inmediato que además puede prolongarse durante muchos años con los cuidados adecuados en la instalación.
5- Contaminación casi nula
Estas calderas tienen unas emisiones prácticamente inapreciables, mientras que la combustión del gas no daña el entorno, de ahí que se pueda afirmar que son bastante amigables desde el punto de vista medioambiental. En contraposición a otras modalidades de calderas como, por ejemplo, las de gasolina.
6-Facilidad de uso
Asimismo, las calderas de gas tienen un manejo muy sencillo, pudiéndose seleccionar de manera fácil la temperatura concreta que se quiere tener en el hogar en cada momento. Además, ocupan muy poco espacio, lo que abre mucho el abanico de posibilidades en cuanto a los lugares de ubicación.
También, su instalación lleva muy poco tiempo, aunque esta ha de hacerse por instaladores de climatización autorizados tal y como establece la normativa el Reglamento de Instalaciones (RITE), que igualmente determina la necesidad de realizar inspecciones profesionales periódicas. Esto comporta que sea un sistema de calefacción muy seguro, ya que el adecuado mantenimiento de la instalación está regulado por ley.
Por todos estos motivos la instalación de calderas de gas es la solución ideal para obtener la climatización y el agua caliente sanitaria que se precisa en las viviendas, siendo por ello un sistema cada vez más presente en hogares de diferentes características.